diumenge, 30 de maig del 2010

Hip Hoperos


El hip-hop en realidad no es solo un genero musical, es una cultura, Como en cada cultura el hip-hop tiene sus propias expresiones artisticas, las cuales se definen en: Baile (que lo representa el break dance), Pintura (cuya máxima expresión es el graffiti) y finalmente Música (que es la música basada en bits de bateria, que llamamos RAP).

Siendo el rap un género musical acuñado en los suburbios, no es de extrañar que las letras que empezaron a usarse como protesta social y denuncia, hayan influido en la juventud de ayer y de hoy. En un principio, las mayoría de las letras, abnegaban de la ostentación de la riqueza y del tráfico de drogas, siendo muy críticas con el estado o las fuerzas de la ley. No en vano, las canciones con palabras malsonantes o políticamente incorrectas se han visto censuradas en estaciones de radio y televisión, excepto en las pocas emisoras dedicadas al rap como la reconocida emisora dedicada al rap y alguna más que no merece la pena destacar. Así como algunas películas, publicaciones o videojuegos, el rap también ha sufrido críticas por el gran contenido de violencia en algunas de sus letras. Varios raperos de todo el mundo han estado bajo vigilancia por sus letras, cuando éstas hablaban de dar un golpe de estado, atentar contra miembros de las fuerzas de la ley o asesinar al presidente. Es el caso, por ejemplo, de Eminem o Sniper.

El reciente éxito del gangsta rap también ha tenido un significante impacto social en el comportamiento de la juventud de hoy en día. Las actitudes retratadas en la lírica y los vídeos de ciertos raperos son apología del estilo de vida machista y violento. Bandas como los Crips o los Bloods son conocidas a nivel mundial, y muchos raperos gangsta han declarado públicamente su afiliación a dichas bandas, lo que ha ocasionado más de un conflicto. Varios raperos con ventas multimillonarias han aceptado que traficaban con drogas, lo que les ha convertido en el antihéroe en el que se fijan los jóvenes de muchos países.

Sin embargo, también se han visto efectos positivos del rap, tanto antes como ahora. Las block parties en las que nació el rap en los años 1970 no eran desmanteladas por la policía (a pesar de estar ilegalizadas) puesto que ayudaban a crear diversión en los barrios, y mientras todo el mundo se divertía, nadie delinquía. Otro ejemplo son los talleres de rap que se encuentran por todo el mundo, que intentan enseñar estructuras sobre ritmos, y en muchos casos dar una salida a problemas sociales.

En muchas obras musicales de este estilo aparecen términos ofensivos, vejatorios o tacos que podrían ofender la sensibilidad de algunas personas, como colectivos feministas y homosexuales. Frente a estas críticas, los defensores afirman que estas palabras ofensivas se enmarcan dentro de la crítica que hace el rap a diversos estamentos, que son casos anecdóticos o de subgéneros o artistas particulares y que el empleo de las mismas dentro de "Batallas de Gallos", en las que el objetivo es humillar al rapero rival, no tiene como objetivo criticar a tales colectivos.

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